No
entiendo por qué es intrínsecamente malo que una película esté dirigida
a "los peques". Hay muchas obras sublimes dirigidas a "los
peques" y no por
ello son peores, así que creo que en este caso su propia terminología delata al crítico, porque hablar de "los peques", aunque pueda sonar tremendamente guay y con cierto tono de colegueo buenrollista, no hace sino ningunear y restar importancia a ese sector del público que también se merece obras de arte de calidad y que normalmente sabe apreciarlas, y al que sin duda hay que educar en el gusto, pues nadie nace aprendido.
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