martes, 24 de diciembre de 2013

Animales constructivistas

La editorial Gustavo Gili publicó el año pasado en su colección Los cuentos de la cometa una curiosa joya bibliográfica, Animales animados, que esconde una historia editorial no menos curiosa.
Animales animados es el único texto infantil que escribió el reconocido poeta y dramaturgo ruso Serguéi Tretiakov, y fue publicado en 1926 en los números 22 y 23 de la revista juvenil soviética El pionero. En esta primera publicación, los poemas fueron acompañados por unas ilustraciones más bien convencionales del artista Borís Pokrovski (1912-2009) que estaban muy alejadas de las concepciones artísticas que Tretiakov defendía en El frente de la izquierda de las artes, una revista de vanguardia creada por Vladímir Maiakovski cuyo diseño de la maqueta de cubierta fue diseñado por Aldeksandr Ródchenko. Era la época del constructivismo, el movimiento de vanguardia ruso que floreció en la Unión Soviética antes de que fuera sustituido por la doctrina artística estatal, el realismo socialista.
Las ilustraciones de Animales animados fueron realizadas en conjunto por Ródchenko y Varvara Stepánova (1894-1958), una de las “amazonas” de la vanguardia rusa. Ella se encargó de realizar los animales en papel, y él de fotografiarlos. De hecho, pretendían que los niños pudieran fabricar ellos mismos sus animales, basados en formas geométricas. Y esta edición de Gustavo Gili nos ofrece esa posibilidad, ya que incluye un anexo suelto con las figuras de un caballero y un caballo listas para recortar y ser armadas.
A pesar de todo ello, y pese a fueron anunciadas en 1927 en la revista El nuevo frente de izquierda de las artes como ejemplo de creación constructivista para niños, estas ilustraciones de Ródchenko para Animales animados nunca fueron publicadas, tal vez por el elevado coste de la impresión.
 Ródchenko no dejó ninguna maqueta ni instrucción para el montaje del texto y las imágenes, pero, aun así, en 1980 ambas se publicaron por primera vez como libro en alemán, y luego en 1990 ocurrió lo propio en japonés. En 2010 se publicó la edición francesa, titulada Aminaux à mimer, en la que se basa esta española de Gustavo Gili. Por eso supongo que la traducción, realizada en verso, parte del francés y no del ruso, aunque al menos sí se incluyen los textos originales en esta lengua en cada página. Como desconozco el ruso, no sé cuánto se ha perdido por el camino, ni cuán fiel son estas versiones españolas al original.
En cualquier caso, resulta cuando menos curioso comprobar que la tendencia a incluir animales en las poesías para niños alcanza también a tradiciones infantiles literarias muy alejadas de la hispánica. Y también es un tanto contradictorio que, por muy moderno que fueran las imágenes de Ródchenko, o por muy ambicioso que fuera el proyecto de influir en las mentes infantiles con un nuevo tipo de arte que dejara atrás los convencionalismos de la ilustración infantil, los textos no sean sino tradicionales poemas de animales como los que existen en tantas tradiciones infantiles, sin que en ningún momento se dé entrada a recurso vanguardistas como los que sí aparecen en las imágenes. Así, pues, la modernidad indudable de estas, que llama la atención aún hoy en día, contrasta con el tradicionalismo de los versos, típico de la  poesía para niños ahora mismo y hace también casi cien años. 


viernes, 20 de diciembre de 2013

Feliz Navidad


Pepinillos colgando de un árbol: pura poesía navideña (y para todo el año).

Mil gracias a Alicia por la imagen.

martes, 17 de diciembre de 2013

El clásico de la semana es...





Ciudades, de Fran Alonso, rara avis dentro de la poesía infantil por su uso del verso libre.


Cuando la ciudad se desangra
como un monstruo de arena,
torpemente encarnada, estornuda
sobre su cuerpo de calles.
Ciudad enferma y convulsa,
que abrupta pierdes la sangre
de tus venas.
¿Con qué fuerza lates?

***

Los camiones entran en la ciudad
por la avenida principal
sacudiendo
su cuerpo torpe
de elefantes heridos buscando malembe. 
Me gusta verlos en el puerto,
al atardecer, 
llenando de sardina
sus estómagos vacíos. 

***

Los domingos parece un barco fantasma
que avanza entre la niebla. 
Transcurren silenciosos
y navegan hacia el lunes. 
Hay sosiego en la ciudad y
en ese lento y tranquilo respirar
se sabe que al día siguiente,
en la escuela,
alguien volverá a subir
las persianas de las aulas. 

 
Alonso, Fran, Ciudades, Madrid, Espasa-Calpe, 1998 (traducción del gallego: Fran Alonso y Xoán Manuel Lago Lestón; ilustraciones de Pablo Otero Peixe). 

viernes, 13 de diciembre de 2013

El clásico de la semana es...






La melancólica muerte de Chico Ostra, que compendia en unos cuantos poemas (o cuentos-poemas) el personal universo personal de Tim Burton, pleno de gótica melancolía, pero también de humor.




It happened that day
she picked up a strange pussy willow.
Her head swelled up white
and a soft as a pillow.
Her skin, which had turned
all flaky and rotten,
was now replaced
with 100% cotton.
Through her organs and torso
she sprouted like wings,
a beautiful set
of matress and springs.
It was so terribly strange
that I started to weep.
But at least after that
I had a nice place to sleep


Sucedió que una mañana
recogió una planta rara.
Su cabeza se hizo blanda
y blanca como una almohada.

Toda su piel - que por cierto
estaba ya muy ajada-
pronto se vio reemplazada
con algodon ciento por ciento.

De piernas, brazos y pecho
manaron en borbotón,
las sabanas, el colchón
y demas cosas de un lecho.

La miré con agonía,
tanta que empecé a gemir.
Pero al fin vi que tenía
un lugar para dormir.


Burton, Tim, La melancólica muerte de Chico Ostra, Barcelona, Anagrama, 1999 
(traducción de Francisco Segovia).




martes, 10 de diciembre de 2013

Lecciones de poesía para todos los públicos


 Para escribir un poema no es obligatoria hablar de animalitos, ni pasarse el fin de semana en una granja. La poesía está a veces en un rincón de la cocina, en el armario, en el espejo del cuerto de baño, en la calle que se ve desde la ventana o en las historias que cuentasn algunos amigos. Un poema puede estar en el bolsillo del amigo al que nunca le pasa nada o en el del amigo al que siempre le pasa todo.

Luis García Montero, Lecciones de poesía para niños inquietos.

martes, 3 de diciembre de 2013

El clásico de la semana es...



Zumo de granada y un tictac. Cuerpoemas II, de Juan Cruz Iguerabide, por hacernos mirar el cuerpo de otra manera.

Muñecas, ¿de dónde venís? 

Venimos de los largos
ríos de los brazos. 

Muñecas, ¿a dónde vais? 

Vamos a los anchos
mares de las manos.

Cruz Iguerabide, Juan, Zumo de granada y un tictac. Cuerpoemas II, Madrid, Pearson, 2009 (ilustraciones de Elena Odriozola)

domingo, 1 de diciembre de 2013

Mamá


Ruiz Johnson, Mariana, Mamá, Pontevedra, Kalandraka, 2013.

VI Premio Compostela para álbumes ilustrados 2013 



El VI Premio Compostela para álbumes ilustrados ha recaído este año en Mamá, un álbum fascinante por muchas razones, pero, en lo que a este blog atañe, por su estatuto genérico híbrido, que lo hace funcionar al mismo tiempo como álbum ejemplar (en cuanto a la relación entre texto e imagen, por ejemplo) y como libro de poesía para primeros lectores, o incluso como un solo poema.
Su pertenencia al género poético viene marcado por diversos rasgos, el más llamativo de los cuales es sin lugar a dudas la rima. Mamá es un álbum rimado de principio a fin, que alterna la asonancia con la consonancia y que mantiene una regularidad silábica a lo largo de todo el texto, ya que todo él está escrito en hexasílabos, lo cual le confiere una cadencia constante de principio a fin, que además, son parejos. El libro empieza diciendo “Mamá / es tantas cosas”; el desarrollo nos hace ver todo lo que es, marcado por algunas anáforas; y la última secuencia concluye “Mamá / es tantas cosas, / esconde universos”. Una estructura cerrada, redonda como la de un buen poema, o la de un buen álbum, pues como ambas cosas funciona Mamá.
Mamá está escrito en verso, pero versificar no es lo mismo que escribir poesía. Esta surge de una especial y palpable tensión en el lenguaje que debe llevar a este a los límites de lo decible, dejarlo a punto de quebrarlo pero sin acabar de romperlo del todo. Es ahí donde reside todo fulgor poético, que no es incompatible ni con los textos más mínimos, ni con los primeros lectores, ni con la literatura infantil. Y es ahí donde este álbum gana la batalla poética con maestría. Al decir que Mamá “es casa redonda / mullida y andante”, y al acompañar esos versos con la imagen de la madre embarazada, con el feto visible, se usa una metáfora que pone nombre a aquello que está a la vista de todos pero no nos habíamos formulado con esas mismas palabras. Una metáfora realmente iluminadora porque nos hace mirar la realidad de otra manera. Más adelante, pasajes como “Los pájaros cantan / cuando está contenta”, “Y cuando se enoja / mamá es tormenta” o “Teje cantos, cuentos, / castillos de arena, / estrellas y soles / y la luna llena” coquetean abiertamente con la imagen visionaria y llevan más allá la metáfora unívoca anterior, lo cual se prolonga en las dos secuencias siguientes. Queda así dibujada, con los versos y las ilustraciones, la madre como el centro de todo – no en vano, una secuencia así: “Es centro feliz / seguro y radiante” –, reflejando ese momento de la vida de cualquier ser humano en que la madre representa el poder absoluto, en que la madre lo es todo y es capaz de todo.
Pero lo que parece directamente milagroso en Mamá es que este acontecimiento estético que es el álbum emerja de un equilibrio absoluto entre el texto y la imagen. Cuánto álbum de empaque visual incuestionable se resiente por un texto que no está a su altura, y cuántos textos brillantes se ahogan entre ilustraciones mediocres y poco adecuadas. No es el caso. Aquí las ilustraciones, en las cuales no nos detendremos mucho (no por falta de ganas, sino porque su comentario excede los propósitos de este blog y alargaría esta entrada innecesariamente) y en sí el álbum, como producto visual, son de una belleza arrebatadora. Haciendo uso de un estilo naif, con colores saturados y diversos recursos estilizadores, con imágenes de singular potencia, como la del parto, se reivindica el lazo natural de la madre y el hijo al ubicarlos en la naturaleza y establecer un paralelismo con los animales. Y, en otro prodigio estructural, los animales que aparecen en la primera secuencia son luego los que servirán para ilustrar los demás. La redonda estructura poética lo es también en las ilustraciones, cuyo estilo no es puramente decorativo u ornamental. No hay quizás mejor manera de expresar este vínculo universal, atávico, originario, común a todo ser humano, que con este estilo deliberadamente primitivo, donde se rehúye de la perspectiva clásica, o con recursos como colocar a la imagen de perfil con el ojo de frente, propio de representaciones visuales más primitivas. En este sentido, cobra aún más sentido esta ubicación en la naturaleza del álbum.
        Mamá es un álbum que habla, que nos habla, en suma, del amor, de todo lo que somos porque amamos, y de todo lo que amamos cuando simplemente somos. Habla, en definitiva, del acontecimiento del amor supremo, de dar vida. Nos habla, por tanto, a todos.